Los días 3, 4 y 5 de abril, la Universitat de les Illes Balears (UIB) celebró con gran éxito el I Simposio ISEM-IEHM, dedicado a las «Últimas y próximas aportaciones de la Historia Social en la Edad Moderna». Organizado por el Grupo ISEM, el IEHM y con la participación de investigadores de distintas universidades españolas y extranjeras, el encuentro ofreció una visión actualizada de las investigaciones más recientes sobre la sociedad moderna.

El acto inaugural en el que intervinieron el rector de la UIB, doctor Jaume Carot; la directora del Departamento de Ciencias Históricas y Teoría de les Artes, doctora Antònia Juan, y el coorganizador del simposio e investigador principal del grupo ISEM, doctor Miquel Deyà, tuvo lugar en la Sala de Grados del edificio Margalida Comas i Camps, seguido de varias sesiones que abordaron aspectos clave de la cultura material, la fiscalidad, las estructuras de poder y las dinámicas sociales de los siglos XV al XIX.

En la primera sesión, Miquel Àngel Capellà Galmés y Neus Serra Vives analizaron el papel central de las mujeres en el consumo doméstico en la Mallorca de los siglos XV y XVI. A continuación, Aina Maria Coll Coll abordó la organización social mallorquina del siglo XVIII a través del reparto de los impuestos directos, mientras que María del Carmen Irles Vicente presentó un estudio sobre los regidores de Orihuela como actores políticos y sociales durante la primera mitad del siglo XVIII.

La segunda sesión profundizó en cuestiones de género, poder y resistencia. María del Mar García Arenas expuso la intervención de mujeres en el proceso de expulsión de los jesuitas portugueses. María López Díaz analizó la capacidad de resiliencia de las élites gallegas ante los cambios políticos a través de la figura de Don Pedro Ventura de Puga. En el bloque de comunicaciones, Victòria Bauçà Nicolau destacó la agencia social de las viudas mallorquinas; Eulalio de los Reyes López explicó cómo el ceremonial de toma de posesión en Villagarcía de la Torre en 1630 reflejaba relaciones de poder; e Inês Jonífero reflexionó sobre la construcción de la masculinidad en el contexto de la Guerra de la Restauración Portuguesa.

El viernes, la tercera sesión se abrió con una ponencia historiográfica de Ángel Juan Alloza Aparicio, quien trazó una evolución de la Historia Social desde los años ochenta hasta la actualidad. Miquel Josep Deyà Bauzà ofreció una visión singular de la sociedad mallorquina del siglo XVI a partir de la correspondencia de los virreyes con Felipe II. En las comunicaciones, Cristina Jiménez Balbuena exploró el papel religioso de las mujeres en una cofradía femenina de Guadalajara; Margalida Coll Amer propuso nuevas aproximaciones al estudio de los paisajes espirituales católicos; y Maria del Camí Dols Martorell demostró cómo el diezmo en el Reino de Mallorca, entre 1380 y 1420, estuvo profundamente marcado por la participación femenina.

La cuarta y última sesión se centró en el clero. Ignasi Fernández Terricabras realizó un balance sobre la historiografía social del clero en la España Moderna, mientras que María Seijas Montero ilustró los conflictos disciplinarios y los excesos cometidos por el personal catedralicio compostelano.

El encuentro ha sido valorado muy positivamente por los asistentes y reafirma el compromiso por renovar y consolidar los estudios sociales sobre la Edad Moderna desde una perspectiva interuniversitaria.